ESPECIE INTERMAREAL: UNA CONVERSACIÓN CON LA ARTISTA COLOMBIANA SANDRA DÍAZ.

Esta entrevista es el resultado de una conversación, que tuvo lugar en el marco del proyecto Sin borde podcast, un proyecto que busca mostrar el trabajo de artistas latinoamericanos en la ciudad de Nueva York. En esta ocasión el anfitrión Alejandro Múnera dialoga con la artista Colombiaina Sandra Díaz, que se encuentra desarrollando la residencia para artistas de New York Latin American Art Triennal (NYLAAT) en Governors Island, NY.

Sandra Díaz estudió artes plásticas en la Universidad de Caldas en Manizales, Colombia y tiene estudios de maestría en la Universidad Nacional de las Artes en Buenos Aires, Argentina.  Sandra desarrolla desde hace cinco años su trabajo desde el bioarte donde experimenta con procesos y materiales orgánicos. 

A.M. Sandra bienvenida, muchas gracias por acompañarnos, por estar aquí. La idea es conversar un rato acerca de ti y de tu producción de obra. Siempre me ha interesado entender cómo es que un artista o alguien que está involucrado en el mundo de las artes, llega a ese interés, cuéntanos un poco acerca de cómo fue ese primer acercamiento al arte, cuál fue la primera afectación que hizo que tú pensaras: quiero hacer esto con mi vida. 

S.D. Bueno, no creo que haya sido algo muy concreto, algo como una situación particular, pienso que al final del día son cosas que nos van alimentando o generan en nosotros un interés, creo que fue también la vida de pequeña, no tuve una cercanía a las artes desde muy temprano, no tenía clases de dibujo o ese tipo de estímulos ni búsquedas personales, digamos que crecí en medio de la naturaleza y del campo en un pueblo de la Sabana de Bogotá, entonces, tuve siempre esa relación cercana con explorar el territorio, salir a caminar y correr por el pasto, jugar con los árboles,  ese primer contacto con la naturaleza fue lo que terminó acercándome de cierta manera; también considero que la relación con mi padre causó algo en mí, algo así como una curiosidad con respecto a la construcción de cosas, pero en ese momento no lo entendí, cuando termine el colegio no pensaba que había una carrera de artista o algo así, veía el diseño gráfico como algo mucho más cercano a las artes, entonces ese fue mi primer  acercamiento, el diseño gráfico, entender las formas, las perspectivas y los volúmenes que se generan a través del dibujo.

A.M. Como artistas siempre aparecen referentes que alimentan nuestra obra de alguna manera, en tu caso cuáles han sido los referentes que han marcado tu proceso en el arte. 

S.D. Digamos que, en la historia del arte un referente importante ha sido Joseph Beuys, cuando comencé a estudiar la historia del arte entendí todo lo que este hombre había hecho con materiales, como introducía los materiales al mundo, como hacía de sus materiales algo dócil ese me pareció un descubrimiento muy importante, luego entender el Fluxus y todo lo que sucedía con este movimiento, lo que pasaba con el cuerpo y el espacio, digamos que trabajaban mucho con la intuición y ese tipo de procesos comenzaron a atraer mi atención. Más adelante cuando comencé a trabajar con biomateriales y materiales orgánicos conocí a Ana Laura Cantera una artista argentina que me dictó unos talleres en la universidad, ella es una persona súper importante en mi proceso desde el bioarte. Giuseppe Penone es un artista italiano que modifica materiales vegetales, hacía moldes con su rostro y ponía semillas a crecer dentro de estos yesos y las semillas sobre todo las calabazas crecían con las formas de su rostro, entonces cuando empecé a estudiar todo ese tipo de procesos yo pensaba que eran genéticos y los veía más alejados, porque siempre pensaba en un taller como un laboratorio de biología. Digamos que ese tipo de procesos de estos artistas me parecieron muy interesantes. Por otro lado el teórico Daniel López del Rincón fué el primer teórico que empecé a leer, tiene un libro que se llama “Bioarte: Arte y vida en la era de la biotecnología” el ensayo recopila toda la historia del bioarte y claro a mí me empezó a fascinar porque tenía fotografías de muy buena calidad, tenía como imagen de portada una rana en un laboratorio, todas estas cosas visuales llamaban mucho mi atención, pero cuando entendí que la biología podía ser con las artes entonces fue como un bum que hizo en mi cabeza.

A.M. Tú hace rato hablabas de la intuición ¿crees que la intuición de alguna manera se ejercita, o sea uno puede afinarla de alguna manera, uno puede construir esa manera de ver y de leer el mundo?

S.D. Sí, yo creo que hay que estar pendientes de las señales, la intuición muchas veces completa la obra, o sea, es algo que se va desarrollando. Muchas personas tienen muy buena intuición, otras personas como que son más racionales pero generalmente digamos que el material va conversando con uno, va siendo dócil, va diciendo por qué lado ir. En este tipo de talleres o de laboratorios utilizo diferentes materiales de diferentes orígenes por lo que no siempre resuelvo de una manera rápida la obra, entonces llega la intuición, los conocimientos previos, pero también las recetas que tanto porcentaje de materiales… si, es como generar datos…

A.M. Hablemos un poco de eso que mencionas, las maneras de hacer, todos tenemos una metodología, los pasos que seguimos para desarrollar la obra, ¿Como sucede en tu caso esas maneras de hacer desde la concepción de la idea hasta la materialización de la misma?

S.D. Me pasa un poco como en el dibujo, yo generalmente comienzo a desarrollar unos rayones, después va apareciendo algo, se va develando la obra, de cierta forma como en la fotografía se va haciendo latente la imagen con el tiempo.  Algunas veces no tengo decidido qué hacer, por ejemplo ahora, en este proyecto de residencia que estoy desarrollando con New York Latin American Art Trienal en Governors Island, lo que hice fue llegar al lugar, conocer los materiales comenzar a ver por dónde avanzar, no tengo algo generalmente pensado, entonces es el contexto el que me va dando pistas, tambien los materiales que voy encontrando, los objetos descartados, digamos que mi sistema de creación es como llegar y entender el lugar, investigo sobre el espacio, su historia y sus dinamicas, es el contexto el que me va aportando los insumos para la producción y voy resolviendo las piezas el en camino, tambien trato de comenzar con varias obras a la vez, porque en algunas ocasiones cargo mucho una sola obra, entonces para evitar eso, me gusta ser sutil para empezar, a veces soy intensa con eso, es como si mi cabeza tuviera esa estructura fragmentada, mientras hago una pieza estoy pensando en otra cosa que quiciera hacer separada de lo que estoy desarrollando en este lugar, se van generando cosas a futuro porque tal vez algo detona una idea, a veces las escribo, a veces las olvido, luego regresan como recuerdos o a veces solo se pierden, creo que ese puede ser mi sistema, dibujar sobre el proceso en muy importante tambien, escribir un poco…

A.M. ¿Por qué te interesaste en los biomateriales? ¿Cómo aparece esa fascinación en tu camino?

S.D. Yo estaba en Buenos Aires haciendo mis estudios de maestría en lenguajes artísticos combinados, donde se trataba de construir obra teniendo en cuenta todos los sentidos, ahí aparece el cuerpo, me parecía algo que no había explorado, el uso del cuerpo dentro de mi práctica artística. Luego asistí a algunas charlas en la facultad y en una de esas se presentaba Daniel López del Rincón, el teórico que me interesa y que mencione antes, finalmente esa charla se canceló y yo quedé con esa inquietud, me quedaba algo clara la idea del bioarte pero tenía dudas al respecto todavía, al mismo tiempo en la universidad estaba tratando de acercarme a las artes electrónicas y me presenté a una convocatoria de un festival de artes electrónicas en la Universidad de Lanús en Buenos Aires y pasé con un proyecto que había hecho durante el primer curso de la maestría y ahí conocí el bioarte por medio de Joaquín Fargas que es el artista latinoamericano más importante del bioarte o que lo fué en ese momento, uno de los pioneros, ahi comence a entender más la obras del bioarte y cómo era su vinculación con la naturaleza. Sin embargo me seguía pareciendo un poco extraño porque entendía que eran procesos como de laboratorios científicos que involucran procesos genéticos y eso me parecía muy complejo.

Con el tiempo estudié más a los artistas y empecé a ver lo que estaba pasando en latinoamérica, Argentina y México ya habían comenzado a tener en cuenta procesos en el campo de las artes con materiales orgánicos, entonces empecé a documentarme, ahí fue cuando conocí a Ana Laura Cantera, vi que ella estaba dictando unos talleres, empecé a estudiar con ella y entendí que un laboratorio es también un laboratorio casero que se puede solucionar muy fácilmente, que son recetas como en una cocina, mezclas glicerinas, mezclas gelificantes, agua, solidificantes, fue ahí cuando entendí que podía trabajar desde el biomaterial, generar ese tipo de materias orgánicas que no son contaminantes para empezar a trabajar mi obra, se formó todo un panorama para mi de como llevar eso a mi obra, porque estaba hablando de la naturaleza, estaba hablando de no contaminar, estaba hablando de como ser responsable con el proceso y manejo de estas cuestiones desde las artes.

A.M. Quisiera que nos hablaras del contexto ¿por qué es importante el contexto en tu obra? ¿Cómo ha sido tu experiencia en la ciudad de Nueva York? ¿Cómo encuentras la ciudad, has podido sacar algún provecho o más bien te ha generado ruido?

S.D. Bueno, la llegada aquí ha sido afortunada, siempre pensaba que Nueva York era el lugar donde tenía que pasar una experiencia de mi vida y bueno… Digamos también que por la historia del arte, Andy Warhol, Basquiat, ver todas las escenas del cine, la música, siempre tuve mucha curiosidad de venir acá. Me ha ido bien, he tenido la fortuna de conocer a muy buenas personas, hay cosas que me impactan mucho, el sistema de transporte, me parece demasiado bueno, el movimiento cultural es complejo, no es tan fácil pero creo en las oportunidades que se presentan en este lugar, hay demasiados artistas haciendo cosas muy interesantes, muchas personas de latinoamerica, me parece que todos tenemos derecho a resolver la vida y las inquietudes con el arte, entonces es chevere. Ahora que estoy aquí en la residencia estoy compartiendo los estudios de la casa con cuatro artistas más y cada uno tiene un trabajo diverso, eso hace que la relación de la casa con el arte sea un diálogo constante entre el contexto y las relaciones. 

Como te mencione antes, vine a la isla antes de iniciar la residencia a explorar materiales,  buscando formas de desarrollar la composicion material, yo no he tenido la oportunidad de tener una vida cerca al mar entonces, todos los elementos de acá me parecen fascinantes y son muy ajenos a los que he trabajado, he trabajado con plantas, he trabajando en la ciudad con desechos organicos como el cafe, en buenos aires con la yerba mate, en colombia he trabajado en las comunidades con hoja de coca, con hoja de marihuana, entonces llegar aquí, ver las ostras, ver la playa, ver el agua del mar, los barcos, generó en mi esa posibilidad de busqueda y de asombro desde lo material, los animales, las flores, digamos que leer ese contexto aporto bastante y eso em pezó a generar una suerte de preguntas que relacioné con los conocimientos previos que tenia de como manejar los materiales, entonces ya aparecen los lienzos que anteriormente estaba trabajando el bioplastico directamente, no estaba trabajando con un soporte como la lona, me ha parecido una buena desicion aqui en la isla, comence a buscar elementos que se convirtiern en modulos que luego conversaran entre ellos y asi se ha ido desarrollando el proceso de la residencia. 

A.M. Cuéntanos acerca de la residencia que estás desarrollando con New York Latin American Art Triennal (NYLAAT) ¿Cómo fue el proceso de participación? ¿Tuviste que aplicar a una beca, a una convocatoria abierta? 

S.D. Estuve exponiendo en la trienal de arte latinoamericano anterior que fue en el 2021 y participé con un video, en ese momento no tenía una visa, entonces no pude asistir al evento, pero quedé en contacto con la trienal, cuando pude viajar a la ciudad de Nueva York, en realidad vine sin saber si iba a tener la posibilidad de hacer una residencia, viajé porque me aprobaron la visa y tenía muchas ganas de conocer, pero no venia con la intención porque no sabia de la residencia, pero ya estando aquí, aplique y después me llegó un correo cuando faltaba una semana para que cerrara la convocatoria y tuve la fortuna de ser seleccionada, sin tener un proyecto muy claro, porque tenía la idea de hacer algo procesual “in situ”, de igual forma tuve que presentar mi portafolio, un statement, cv y todo eso que se presenta normalmente. 

A.M. ¿En qué obras en particular estás trabajando para la residencia, que piezas vas a presentar?

S.D. El proyecto se llama ESPECIE INTERMAREAL, me interesó el nombre porque lo intermareal es el lugar donde se encuentra el mar con la tierra donde se rompe la ola, entre el mar y la playa, entonces pensé en una especie de ficción de los elementos y criaturas que podrían ser encontrados en ese borde, empecé a trabajar con las ostras, las conchas de las ostras, el primer dia que vine a la isla encontré una montaña de ostras y para mi eso fue algo realmente nuevo y llamó mucho mi atención y pensé que ese iba a ser el material central, después averigué  porque estaban esas ostras ahi y resultó que hay una fundacion sin ánimo de lucro dentro de la isla que se encarga de recolectar las conchas de las ostras de los restaurantes de Nueva York y las traen aqui a la isla, las limpian y las depositan en jaulas de acero que se llaman gaviones, después las llevan nuevamente al mar para generar una especie de arrecifes artificiales, esto lo hacen con dos intenciones: una es desde lo arquitectonico, porque las ubican en lugares especificos para que las olas no golpeen tan fuerte a la ciudad, para contener, para proteger. Por otro lado las utilizan en las playas para regenerar los ecosistemas oceánicos, también las utilizan para purificar el agua, las ostras que están alrededor de Nueva York son solo para regenerar el ecosistema porque no son ostras que se puedan comer, las comestibles se hacen en criaderos especializados para estos alimentos, me pareció un animal asombroso, me atrajo mucho por eso este es el primer componente de esta obra. 

Luego están las algas que también las recogí de la isla, son las algas que han dejado las grandes olas en las rejas que separan el mar de los malecones, las tomé  sin problema y generé algunos elementos con ellas, bioplásticos y estructuras, las algas fueron otro componente importante del trabajo. Utilicé también cabello humano, hice bioplásticos con mi cabello y con donaciones de cabello de otras personas, el cabello llamó mi atención porque alguna vez leí que, en los años 80 o 90 a un peluquero aquí en los estados unidos, se le ocurrió que el cabello al repeler el agua y atraer la grasa podría contener los derrames de petróleo en el océano, entonces esa fue una idea que escaló bastante y desarrollaron tapices gigantes con cabello, muchas personas donaron de todas partes del mundo y se comenzó a hacer  en unas lonas el cabello que arrojaban  al mar cuando había derramamientos y contenía bastante bien, pero tenían el problema de que si las lonas no estaban bien sujetas y constante supervisión, estas se iban al fondo del mar  y generaban otra problemática, entonces digamos que por eso no se llevó a un nivel industrial y se siguen utilizando, no a gran escala. También estoy trabajando con tierras de la isla, con polvo de las conchas de ostra, rocas que encuentro y trituro y genero pinturas con aglutinantes de origen natural, nada es contaminante.

A.M.  Cuéntanos ¿Cómo ves el panorama del arte, haciendo un contraste con lo que sucede en Colombia, precisamente en Bogotá que es tu ciudad y lo que sucede aquí en Nueva York, teniendo en cuenta lo que has podido ver o tener cerca?

S.D. En Bogotá hay una movida artística enorme, se están creando muchos espacios independientes y eso es muy afortunado para todos los artistas, con respecto al trabajo con materiales orgánicos es un poco más cuidadoso, a mi parecer, siento que todavía falta, desde la misma recepción de materiales orgánicos en los museos, hasta las instituciones públicas, digamos que son materiales nuevos, que deben ser reemplazados, es un reto en cuanto a conservación y almacenamiento, esto genera que no haya mucha circulación económica de la obra, a diferencia de lo que veo aquí en Nueva York o tal vez en Argentina donde, digamos que ya se han introducido este tipo de procesos desde hace varios años, osea que ya el público los ve sin tanto riesgo, son materiales que no son tan resistentes, necesitan cuidados como el papel, por ejemplo la temperatura, la intemperie, etcétera. Creo que aquí son mucho más abiertos, hay un conocimiento más grande en cuanto a estos procesos que tienen que ver con obras de origen orgánico, pero está sucediendo en Colombia, en Bogotá y a mi me alegra bastante que los artistas, las galerías y el museo empiecen a dar cabida y a reconocer otras posibilidades, siempre es interesante lo que pasa con el arte contemporáneo. 

A.M. Algo importante puede ser entender que, la vida de los artistas sucede en un doble proyecto, siempre hay un proyecto que se trata de la obra y otro que se trata de la vida misma, estos proyecto a veces se encuentran, pero casi siempre son paralelos, a veces tenemos la posibilidad de crear o hacer cosas, pero luego aparece algo que es la vida, llamemoslo la vida real, pagar la renta y todo ese tipo de cosas propias de los afanes del sistema. ¿Cómo aparecen estas cuestiones en tu realidad?

S.D. Soy afortuna de tener una hermana que, generalmente esta financiando mi vida de artista, de igual forma el apoyo de mi familia, también mi ultimo trabajo estuvo vinculado con el arte, algo que disfruto y es trabajar como montajista en los museos, pero si es dificil llevar una sola vida y dedicarse de lleno al arte si no eres una persona que tiene dinero por su familia o por herencias, o porque te va muy bien y solo te dedicas a vender tu obra, seria un estado ideal, solo dedicarse a hacer arte y vivir de ello, yo en lo posible trato de generar siempre el dinero para desarrollar un proyecto, para producir la obra, con esta busqueda del bioarte, los materiales no son muy costosos, son faciles de conseguir, muchas cosas son descartadas entonces digamos que es muy austera en cuanto a producción, se puede trabajar en espacios reducidos, no necesito una taller gigante, busco la forma como sea de crear ya sea, una obra pequeña, ya sea a ratos, pero sé que hay que sobrevivir y trabajar en lo que venga, he tratado durante toda mi vida de tener algo asi como un emprendimiento, una marca, trabajo con accesorios pintados sobre tela, asi he viajado, pintando camisetas, haciendo ese tipo de cosas, tambien la obra se mueve un poco, no tanto como quisiera pero yo creo que no hay que perder la fe en el proceso ni en uno, siempre creer que es posible creo que es super vital eso.

A.M. ¿Qué proyectos tienes en mente luego de esto, qué ves para tu obra?

S.D. Me gustaria participar dentro de un tiempo en un premio Luis Caballero, me gustaria que mi obra estuviera en museos, en Colombia quisiera que mi obra fuera adquirida por en el museo Miguel Urrutia, que es el museo en el que trabajo, circular en galerias, ahora aquí en Nueva York, en Europa museos de arte contemporáneo, me gusta la imagen del museo. Por otro lado proyectos inmediatos, terminar con  la residencia en NYLAAT, después posiblemente regrese a Bogotá, ahora estoy interesada en las tierras entonces quisiera trabajar con más profundidad este material porque en Colombia tenemos una riqueza impresionante, entonces me interesa hacer pintura con tierra en formatos grandes, quisiera hacer cosas con más volumen, recorrer los pueblos de la sabana, hay tierras que son de diferentes colores, mi hermana es fundamental en mi vida y ella trabaja con geología, estudios de suelos, de aguas residuales, de aguas subterráneas, entonces ella siempre me guia y me ayuda con información científica, me respalda mucho y me guia en varios procesos, entonces me interesa trabajar más de la mano con ella en algún proyecto. 

A.M. Muchas gracias por compartir  y aceptar esta invitación a conversar. 

S.D.  Muchas gracias, me parece un proyecto hermoso el que estás haciendo, hacer visible el trabajo de muy buenos artistas que están aquí en Nueva York  trabajando. 

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